lunes, 24 de junio de 2013

Múltiples historias

Pasaron los días y ellos fueron creciendo sanos y felices. Con muchas algarabía y muchas travesuras, quizá porque todo se multiplicaba por cinco. Finalmente buscamos casa para casi todos. A Doña Blanca (de Castilla) la quisieron rápidamente y fue a hacer compañía a un perrito demasiado solitario. Calcetines también gustaba mucho, era el guapo de la familia, con un buen parecido con el abuelo Chiki. Un día pondré las fotos juntas para ver si no me equivoco. La pequeña Mila, por el milagro de su nacimiento, también encontró acomodo. Y Jack... lo de este pequeñín fue toda una aventura . Primero lo solicitó un madrileño ¿? del centro, que quería muchos gatitos pequeños...que se ocupaba bien de ellos, veterinario incluido, que tenía todo el tiempo del mundo...no sé, me pareció poco de fiar. Confié más en una mujer, que me hizo llevar a Jack hasta su casa y después no apareció. El pobre volvió de su viaje un poquito enfermo, hacía mucho calor y tanto coche le mareó. Queda Nera, fea como Betty la fea, que por eso mismo era la candidata a quedarse consolando a mamá.
Ahora el consuelo es doble porque el Dulce Jack y  Nera la RatoNera acuden presurosos siempre que mamá los llama. Bambi es una madre excelente, incluso recien operada les dejaba mamar aunque no sacasen nada y le provocasen dolor. Ahora ha vuelto a ser la esquiva de antes, no tanto, pero no se ha acostumbrado a que la toquen, vuelve a sentirse libre. Cada noche recoge a sus hijos dentro de la casa y no les ha enseñado cómo salir cuando la puerta está cerrada. Hay que ser prudente: Son peques.
El próximo domingo hará un año que llegó, asustada, escondiéndose de nosotros y comiendo a hurtadillas a media noche, ese día la vimos por primera vez y tardamos 9 meses en poder sobarla un poquito.

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