Adaptarse es vivir
Este año nos hemos quedado sin Bambi, sin Nini, sin Pochetina y hasta sin el mostrenco de Jhonny, que nunca se dejó acariciar, pero era un ejemplo de supervivencia. Ahora es un ejemplo de lo corta que puede ser la existencia. Y la reflexión es clara, Carpe Diem, porque no sabes cuanto te va a durar, así que aprovecha cada día, cada hora, cada minuto y cada segundo. Que todos esos momentos sean felices, lo más felices posible. Este es uno de ellos: Nera está tumbada en mis rodillas, mientras, toco las teclas con suavidad para no alterar su pacífico sueño, adaptándose a su vida de huérfana, pero sintiendo el calor que nos trasmitimos mutuamente y aprovechando este placer sencillo. Otra enseñanza de mis felinos: Cuanto más te adaptas a tu situación, mejor vives.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio