domingo, 5 de abril de 2020

Continúa

La vida, la vida continúa a pesar de todo. Desde dentro, pero sigue. Con el verbo continuar, que como sinónimo tiene prolongar. Se ha prolongado la cuarentena hasta el 25 de Abril. Día de la revolución de los claveles en Portugal. Día del ADN y no creo que sea el día de volver a las calles en España, o sí.
En este tiempo hemos leído más, hemos visto más series, documentales y películas y algo curioso, le hemos dado una gran importancia a la comida. ¿qué hay hoy para comer? es una de las decisiones más importantes del día, algo que distingue el martes del miércoles, del jueves, del domingo. Es -como siempre- un placer, pero ahora obra una importancia especial. Como si estuviésemos en el antiguo Egipto. Llega José, hijo de Jacob y  le interpreta el sueño:
- Habrá siete años de abundancia y otros siete de escasez. Lo razonable será guardar provisiones para los años de penuria.
Así parece que se hizo y los egipcios sobrevivieron a aquella calamidad.
Ahora miramos lo aprovisionado y el encargado/a de la comida familiar dice:
Hoy garbanzos, mañana pasta italiana, pasado arroz chino, chino no, ha sido un lapsus, mejor ni nombrar. Al otro, verdura, pero no es fácil, judías congeladas, menestra de bote o con un poco de suerte, toca ir a la compra y llega un brócoli fresquito o una coliflor y hasta fresas ¡Una fiesta con fruta!
Y si quién va a la compra, en este caso Lara, que es la compradora titular, tiene una inspiración y trae macarons franceses, pues...  se puede celebrar un domingo de Ramos por todo lo alto.
No nos falta comida, pero ese cerebro que tenemos tan eficiente a su manera, nos dice: - No gastes más huevos, solo quedan cinco.
Cinco, hasta quince días podía pasarme con cinco huevos, sin preocupación, ahora es diferente. Hay que tener de casi todo, todo el tiempo, hasta que vuelva a llegar el día de hacer la compra otra vez.
Y la lista, eso sí que es una gozada:
-Chocolate, necesito mi chocolate que se me acaba.
-Mantequilla, mermelada, que me queda poca
-Aguacates, que el último salió mal.
Repaso, está bien, no falta nada. Pero al final se le olvida y trae todo de memoria.
Suerte que recuerda todo, es lo que tiene haber pasado toda su vida estudiando.
Yo empiezo a valorar todos estos alimentos que tenemos, que conseguimos con facilidad, cuando en la historia más o menos reciente ha habido tantas hambrunas y no me refiero al resto del mundo, porque escapa a mi control y prefiero ceñirme a lo que conozco más, pero tener lo suficiente es para agradecer al Universo o a quién cada uno quiera, porque la situación es menos mala de lo que parece. El título del post, podía haber sido comida, siguiendo con la C, pero será otro día.

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