Momento 2018

Ayer empecé con el título prestado de Stefan Zweig del libro  Momentos estelares de la humanidad, que me encantó su lectura y ahora con sus Diarios, intento conocer más a este autor y ver todo lo que me puede enseñar a través de sus escritos.

Hoy es un segundo momento feliz:

14 de Abril de 2018.

Cumpleaños de Jose en Venecia. En la querida ciudad de los canales. Una celebración magnífica, porque magnífico es, mirar a cualquier sitio y descubrir la belleza, unas ventanas de arcos preciosos, una puerta exótica, una atractiva torre... unas callecitas individuales en las que indefectiblemente te pierdes... el mar abrazando  todo con suavidad y fuerza infinitas. 

Nosotros no tuvimos Luna de miel, no nos parecía necesaria. Con el paso de los años, entendí que los rituales tienen su razón de ser y que cuantas más celebraciones hagas, más recuerdos bonitos puedes tener.  Son mi tesoro, a los que recurro cuando es necesario volverlos a vivir en mi memoria.

Habíamos paseado juntos por la mayor parte de Europa, quizá por sitios también románticos como París, pero ninguna  ciudad es como Venecia y en ninguna fui tan consciente de estar donde quería estar y con la persona que quería estar.

Volvimos a la bella ciudad en mi cumpleaños y espero que los dos, volvamos muchas veces más a perdernos por las callecitas que el gps no entiende y nosotros no nos cansamos de recorrer.

Momentos estelares...nuestros

Pienso que lo mejor para sentirse bien en cualquier situación es recordar los mejores días y cuando tienes un cierto número de años, muchos, basta con pensar un poquito para encontrar  fechas señaladas, momentos en los que fuimos especialmente felices. Comenzaré por lo más reciente: 

Final de Junio de 2021. 

En plena pandemia, la situación requería pocas asambleas, meetings, ni actos públicos. Ella nos dijo:

-La defensa de mi tesis es un trámite que he de cumplir para recibir el doctorado, nada más. No necesito público que me arrope, únicamente el tribunal y algún científico interesado en el tema. Será telemática, por lo tanto, podéis seguirla en tiempo real.

Finalmente su director de tesis le aconsejó compartir con sus seres más queridos ese día, que con el tiempo se convertiría en uno de sus mejores recuerdos.

La exposición nos pareció perfecta, Cum laude y Mención internacional. 

La sencilla comida de celebración, deliciosa, no sólo por los manjares típicos de Murcia que se sirvieron, también por la charla encantadora que tuvimos entre todos, tres doctoras en neurociencia, un ingeniero informático, un eminente doctor, de quién solo conocíamos sus libros hasta ese día y que animó la comida con sus anécdotas por todo el mundo, contándolas con naturalidad y simpatía. 

Era el momento de recordar la niña que había sido esa joven doctora, precoz en comenzar a hablar y a leer. Ella dice que no se le dan muy bien los idiomas, pero no la creo. Con apenas cuatro meses, decía mamá, con un año hablaba todo, se podía tener una conversación fluida con ella. Menos cuando lo intentó la pediatra que no dijo nada. Me dejó fatal.

Se aprendió las mayúsculas rápidamente, pero no formaba las palabras, hasta que con dos años, yendo en el coche, nos leyó un rótulo de grandes letras: SANEAMIENTOS PEREDA, un instante feliz que liberó su mente a la lectura. 

Más tarde nos sorprendió buscándose un nuevo nombre, suponemos que más fácil, era Andrea y eligió Lara, suponemos que por aquella Clara de Heidi, que ella veía en los episodios televisivos y se debía identificar  por su pelo largo y rubio.

Creció  y fue aprendiendo a superar obstáculos, primero pequeños, luego grandes y difíciles, sabiendo que eso es la vida, pero que si te pones una meta y trabajas en esa dirección, puedes acabar haciendo el Marathon de Atenas y con un doctorado sobre Migración Tangencial Intrahipotalámica.

Para redondear un día perfecto, regalé a cada uno de los siete asistentes un pequeño Libro de Sabiduría, de los que yo guardaba con especial cariño: de Marco Aurelio, de Cicerón, Confucio, Epícteto y Henry David Thoreau .

Regalos y Reyes 2022

 Estoy dedicando mi tiempo a confeccionar mi Libro de Horas y tengo muy abandonado mi blog diario, que en lugar de ser blog ni diario, está pasando a ser Annual. Nada es obligado, sino elegido y en cada momento se escoge lo más apetecible, que ahora es el libro manuscrito e iluminado. Como si estuviésemos en el Medievo.

Hoy es el día que llegan los Reyes Magos y en esta fecha casi siempre me gusta hacer un post. Pidiendo eso sí. Me reservo un poco los propósitos, pero las peticiones no. Sus Majestades Los Reyes Magos siempre han sido amables y han respondido muy bien, dándome lo que merecía y a veces más. Quizá en algún momento no entendí el regalo, pero con el tiempo fue algo bueno. 

En este 2022 voy a enumerar los regalos que me gustaría recibir:

-El primero tendrá que ser la salud, por lo menos la misma que hemos tenido el pasado año. Salud para toda la familia

-Para Nuria, la tranquilidad de ánimo -como dice Séneca- y la sabiduría necesaria para distinguir lo superfluo de lo importante. Lo importante que da paz espiritual

-Para Farid, la sabiduría para dilucidar lo que conviene en cada momento, tomar decisiones nunca es fácil y sirve para aprender, pero un poco de iluminación nunca está de más.

-Para Lara, la sabiduría y la asertividad para tratar con quienes carecen de ellas y la constancia para seguir persiguiendo sus sueños.

-Por último, nuestro regalo para dos, el mismo. Seguir como hasta ahora, con el mismo afecto, salud y si puede ser un poquito más de fortuna económica, pero esto último ya después de todo lo demás.

Como postdata, añadiría, lo mejor para los cinco gatos que nos acompañan ahora, ellos son una parte importante de nuestra familia y de nuestra felicidad.

Verano 2021

 Cuando una ha llegado a cierta edad, leyendo libros desde los 9 años, amando a los clásicos, principalmente grecolatinos, piensa que conoce mucho de la Mitología griega, de las obras de Eurípides, de Sófocles, de Esquilo. Antes de empezar a estudiar griego antiguo en aquel bachillerato de letras, ya había leído las tragedias más importantes de Sófocles... sin mucho fundamento, sin relacionarlas adecuadamente como sagas familiares, Edipo Rey, Antígona, Los siete contra Tebas, en fin... nunca es tarde para aprender y para darse cuenta que es mucho más aquello que se desconoce que lo que se ha aprendido. Por eso, encontrar la obra de Eurípides, Ion, ha sido un descubrimiento feliz.