domingo, 6 de febrero de 2022

Momento 1982

 Los recuerdos pasados felices llegan a mí como flashes, fogonazos de luz blanca y brillante, como esos rayos que me producen aura seguida de migraña, el sistema es parecido, pero el producto no guarda relación. Lo primero es muy satisfactorio.

Verano 1982:

Nos trasladamos de la calle de Los Abades a la Plaza de Atenas. Farid cumplía 4 años y no podía entender el alcance de aquello, él pasaba mucho tiempo en la guardería y en el parque. Necesitábamos salir al parque para recibir los rayos del sol que no entraban en aquel mini estudio interior, en aquella corrala que a muchos parece romántica y a quienes conocimos, simplemente deprimente.

Nuestra nueva casa tenía terraza soleada todo el día y favorecía que un niño inteligente, precoz y con gran autonomía, desarrollase su gran potencial intelectual. Eso me asustó un poco y pensé que sería bueno hacer cierta inmersión deportiva y la moda de entonces era aprender kárate. Mens sana in corpore sano, de Juvenal. El resultado fue a la larga un buen deportista y un hombre de gran cultura clásica, que escribe como el mejor director de periódico, -era lo que quería llegar a ser- y aunque desvió un poco esa trayectoria, en aras de una mayor independencia, ha conseguido todos los logros que se propuso de niño. 



martes, 1 de febrero de 2022

Momento 2017

 Este momento especial quizá fuese Septiembre de 2016. Aquel fue un momento único, irrepetible, convulso. De herida y de curación. Ver por primera vez a tu hija es algo especial, suele ser un bebé chiquitín y hermoso, es tuyo. Me perdí aquel momento feliz y la vida que quita mucho, pero da más, me devolvió aquel placer 40  años después. Estaba impaciente por admirar a aquella joven morena de bellos ojos claros. Me pareció impresionante, alta, guapa, de hermosa figura, de sonrisa fácil, simpática. Las demás cualidades las conocería después, generosa, dulce, impulsiva... dedicándose a salvar la vida de los accidentados, de los enfermos repentinos. Mi pensamiento fue: ¡Mejor imposible!

Aquel fue un momento impresionante de alegría y dolor, dolor y rencor ocultados durante tantos años, por eso no es el elegido. 

Mayo de 2017: 

Ya restañadas las heridas, entendido aquello tan español de que "No hay mal que por bien no venga" y "Todo pasa por algo",  nos disponemos a hacer  juntas la primera celebración del Día de la Madre. Me perdí su boda, el nacimiento de mi nieto, la carrera de medicina... otras situaciones importantes o delicadas, pero todo se ha recuperado y aquel día empezamos desde donde lo dejamos en aquel hospital de Salamanca. Nos queda el resto de nuestras vidas.