domingo, 18 de septiembre de 2016

Sanar heridas

Hace 20 años, tuve un gatito con inmunodeficiencia felina, el veterinario dijo que le quedaba un mes de vida, entonces era nuestro único gato. Me propuse que ese mes iba a ser todo lo feliz que pudiese. Con buenos cuidados y especial alimentación, vivió 3 años más, Durante ese tiempo tuvo problemas de salud, de tipos diversos, uno de los más frecuentes eran las heridas, una especie de agujeros, que se cerraban en falso y luego había que reabrir y desinfectar, hasta que con más tiempo y medicinas se curaban de verdad.
Eso nos pasa a veces, las heridas se cierran superficialmente y en algún momento es necesario abrir para sanar desde el interior, lo que la memoria y la supervivencia alojaron en el último rinconcito.
Es una herida y vuelve a doler, pero en el equipaje del viajero que regresa a Itaca, se encuentra el bálsamo, que no es el Fierabrás de D. Quijote, más bien es de Hipócrates y de esa Ítaca que te ha hecho más sabio, por las experiencias y porque ya sanado, puedes seguir el camino que un día quisiste. El  auténtico sendero, el  que lleva al valle de las rosas, pero había que atravesar primero el de las  grandes espinas y cuando al fin, lo logres, la armonía te acompañará para siempre.

La foto no es de Lino, sino de la guapa Melisa, igual de negra que él, pero más querida por la fortuna, espero.

domingo, 11 de septiembre de 2016

Viaje a Ítaca

Cuando emprendas tu viaje a Itaca, 
ruega que el camino sea largo, 
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
Que sean muchas las mañanas de verano
en que llegues, con placer y alegría
a puertos antes nunca vistos
                           
                       Versos del poema Ítaca de   CONSTANTINO KAVAFIS, de ascendencia griega, que nació en Alejandría en 1863- 1933, de gran cultura greco-latina, escribió mucha poesía que pulía hasta encontrar la perfección, como se puede ver en este, mi favorito, que termina así:

Y si de regreso a Ítaca, la encontrases pobre,
ella no te engañó, auténtico como eres ahora, 
sabio por todo lo que has experimentado
entenderás qué significan todas las Ítacas de la vida

Ítaca es la casa de donde salimos y adonde regresamos, como Ulises,  con hermosas o difíciles situaciones, oscuridad y miedo, olas inmensas, nácar y coral. Cuando ya te aproximas, la sencillez, la gratitud, tesoros ligeros que no harán zozobrar tu nave y la brújula de la serenidad te indicaran el rumbo correcto, el lastre que has de abandonar y en quién has de confiar para que tu llegada tenga final feliz.

martes, 6 de septiembre de 2016

La alegría de despertar

Hoy copio una entrada del día 27 de Agosto que escribí en el teléfono en el momento que se producía, pero luego quedó dormida esperando el momento de llegar aquí.

Tiros y más tiros. Así me han despertado hoy. Ruido de muertes sin sentido. Conejitos que tienen unos meses y salen de su madriguera sin percatarse del peligro del depredador humano, que ha salido a divertirse, matando. No porque necesite comer, como el lince, sino porque necesita hacer algo distinto, es sábado. Deja su trabajo habitual y vuelve a sus instintos más primarios y peores. Mata sin motivo, como deporte, -dicen algunos- para luego presumir de cuantas piezas ha cobrado, de que ningún animal se resiste a su tiro certero. Normalmente van en grupo y supongo que la diversión sigue cuando se relatan sus hazañas deleznables.
Pienso que también muere esa diligente madre perdiz que camina delante de sus polluelos, cuidándolos, enseñándoles el camino y lo necesario para subsistir.
Oigo tantos tiros y tan seguidos, que ya no quiero seguir imaginando, duele empezar el día así.
Hace unos 7 años pasé por una situación que despertar era volver a una realidad ingrata y aunque felizmente se ha resuelto, mi cerebro guardó durante mucho tiempo, una terrible sensación de angustia. Años, pensando que iba a ser así el resto de mi vida, intentando recomponer mi estado de ánimo para empezar el día, hasta que entendí su funcionamiento y no se si está bien empleada la palabra, pero creo que es por la plasticidad del cerebro que conseguí cambiar esta pauta.
Decidí contraatacar con toda la positividad posible, viendo y valorando todo lo bueno que hay en mi vida, que es mucho y ciertamente, he conseguido que el malestar mañanero desaparezca casi por completo y siempre queda la posibilidad de razonar y agradecer.
Hasta que llegan los llamados cazadores e interrumpen tus sueños y no puedes encontrar nada bueno en eso, Sólo escribirlo.