Hasta el último maullido


Sigo con ELIZABETH VON ARNIM, así comienza su obra Todos los perros de mi vida, reciente y feliz descubrimiento, cuyo nombre de nacimiento era Mary Annette Beauchamp. Y naturalmente suscribo sus palabras con respecto a los perros, sólo tengo que recordar a Fabiola, Churri, Hada, y más recientemente Bunki y Said, todos ellos amorosos; pero parece que cuando de verdad pude elegir instintivamente me decanté por los gatos y mi experiencia con felinos es mucho más extensa. Y tengo que diferir con Elizabeth en la descripción que hace de los gatos que conoció, altaneros, distantes,fríos y poco dispuestos a complacer a los humanos. Sinceramente creo que era la influencia de la época -las personas hemos tardado mucho en tratar a los animales como iguales-, bueno, aún no hemos llegado totalmente a darles los mismos derechos que reclamamos, pero entonces era normal pensar que los animales debían estar a nuestro servicio. También porque su trato con gatos fue corto y no tuvo tiempo de comprenderlos. Todo el cariño que se recibe de un perro, lo saben los amantes de los gatos, se puede recibir de un gato, o de muchos gatos, cada uno a su manera, pero también es para siempre, hasta el último maullido